viernes, 17 de julio de 2015

 “La prevención y curación de la enfermedad se logrará descubriendo lo que falla en nosotros y erradicando ese defecto con el recto desarrollo de la virtud que lo ha de destruir. No combatiendo el mal, sino aportando tal cantidad de la virtud opuesta, que quedará barrido de nuestras naturalezas”.
Edward Bach


ESENCIAS FLORALES

La terapia floral de Bach fue creada en Inglaterra por el Dr. Edward Bach en 1930. Este sistema consta de 38 esencias florales diferentes más el Remedio de Rescate, que es una mezcla de esencias, que se emplea en situaciones de emergencia y de mucho estrés.
El Dr. Bach fue un destacado médico inmunologo y bacteriologo que, luego de muchos años de la medicina tradicional, decidió investigar el efecto de las flores en los seres humanos. El uso de esencias florales en la curación representa un enfoque basado en una comprensión espiritual de la enfermedad humana. El doctor Bach consideraba las enfermedades como el reflejo de una falta de armonía divina entre el alma y la personalidad consciente.
Expuso el concepto de que todas las almas se encarnan en un cuerpo físico, llevando consigo un "propósito divino" que se manifestará a lo largo de la vida de un individuo.

Según Bach, la personalidad se desconecta del propósito real del alma, debido a influencias externas o fuerzas internas y una falta de armonía emocional. Para él, las enfermedades eran experiencias de aprendizaje que ayudaban a las personas a reconocer el error de sus percepciones, sus concepciones desencaminadas, sus patrones inadecuados de conducta y sus expresiones emocionales negativas. Desde su punto de vista, la falta de armonía entre la mente y las emociones propiciaba todo tipo de enfermedades, sin importar cuáles fueran sus supuestos orígenes bacterianos, virales, genéticos o medioambientales.
 Entre los patrones emocionales característicos de falta de armonía mental y emocional que Bach consideraba precursores de las enfermedades, se encontraban la impaciencia, la actitud excesivamente crítica, la aflicción persistente, el miedo excesivo, el terror extremo, la amargura, la falta de autoestima, un entusiasmo desmesurado, una contención excesiva, la indecisión, la duda, la ignorancia, la negación o la represión, el resentimiento, la agitación, la apatía, la indiferencia, una fuerza de voluntad débil y la culpa, entre otras, agrupando estas emociones en siete grupos, así:  Para los que sienten Temor; para quienes sufren de Incertidumbre; para los que sienten falta de interés por las actuales circunstancias; para los que sufren Soledad; para los que son Hipersensibles a influencias y opiniones; para los que sufren de abatimiento o  desesperación; para los que son sobreprotectores y sufren de excesiva preocupación por el bienestar de los demás                     
Bach creía que sus treinta y ocho esencias florales proporcionaban los patrones vibracionales necesarios para ayudar a neutralizar o servir como antídoto de los aspectos energético-sutiles negativos asociados a cada uno de estos estados emocionales y mentales negativos.  
La ingesta de la esencia floral iba seguida de una inundación del cuerpo de vibraciones de energía sutil reequilibradora, positiva y curativa. En otras palabras, Bach pensaba que sus remedios florales no sólo neutralizarían los patrones de energía emocional y mental negativa, sino que también infundirían vibraciones positivas asociadas a virtudes específicas, como el amor, la paz, la constancia, la amabilidad, la fuerza, la comprensión, la tolerancia, la sabiduría, la compasión, el valor o la alegría.  
Al administrar las esencias florales, Bach observó en sus pacientes profundos cambios emocionales y mentales, además de una mejoría de sus síntomas físicos. Con el tiempo, los pacientes disfrutaban de una mejor salud física general, al tiempo que se restablecía el equilibrio de su nivel mental, emocional y espiritual.
 Con respecto a sus acciones terapéuticas, es importante tener en cuenta que las esencias florales no reprimen las emociones negativas. Simplemente actúan como catalizadores que ayudan a los cuerpos espirituales a liberarse de los patrones de energía mental y emocional negativa no deseada.
 En resumen, la terapia floral de Bach armoniza cualquier desequilibrio que se encuentre a nivel emocional y que finalmente enferma el nivel físico.
                                                                                   Viviana Castro Poull Psicóloga - Terapeuta Floral

Este sistema floral fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud en 1976.


“Busquen los conflictos mentales no resueltos en la persona, denles el remedio que supere el conflicto y toda la esperanza y estimulo, entonces la virtud que está en su interior, ella, por sí misma hará el resto…”
Edward Bach
Las Esencias Florales van dirigidas más a la parte emocional que será el causante de los problemas físicos. El sistema floral no ataca el defecto, como la alopatía, ni elimina el problema como la homeopatía sino que reemplaza el defecto con la virtud opuesta a éste. Esta corrección se realiza a través del cuerpo etéreo o sutil (emocional), y se logra de tal suerte mayor amplitud de la conciencia.
 
Los remedios florales son medicamentos completamente inofensivos para el organismo. Se pueden aplicar como único tratamiento o combinados con otras terapias, en niños, adultos, mujeres embarazadas y ancianos. 
 El tratamiento con las esencias florales ha demostrado gran eficacia en los trastornos psíquicos: desequilibrio de emociones, voliciones, actividad intelectual y espiritual en el ámbito de la personalidad del individuo. A la hora de abordar la terapéutica de las interrelaciones de lo psíquico y lo físico: lo que piense o sienta cada persona influye en las funciones neurológicas, endocrinas e inmunológicas de su organismo, su salud y de su calidad de vida. Las esencias florales pueden ayudar a las personas a manejar las situaciones conflictivas, y a que puedan encontrar las posibles soluciones o adaptarse a las nuevas circunstancias, ya que estas son capaces de equilibrar o restituir los niveles energéticos.

Detrás de cualquier síntoma físico y psíquico que el hombre pueda sufrir, se encuentran algunos de estos defectos que son su causa subyacente.
 Las esencias florales no sustituyen otros medicamentos, las esencias florales se pueden tomar con cualquier otro sistema, tanto alopático como natural, no interfiere en absoluto con otros sistemas y es un gran complemento.
 En cuanto a las contraindicaciones, hay que decir que las flores en algunos casos actúa de “acelerante” por ejemplo cuando elaboramos una crema para el acné es fácil que el paciente al ponerse la crema tenga una erupción cutánea importante, eso no es mala señal y debería de seguir poniéndose la crema, lo normal sería que al bajar la intensidad ya no tuviera más problemas. Eso sucede con otras cuestiones, en general que intensifique el proceso a tratar. No siempre ocurre pero hay que tenerlo en cuenta.
 Por otro lado, si tomamos demasiadas esencias (más de 6), pueden resultar ineficaces pues quizás sean demasiados temas los que surgen, o los cambios se hacen con más rapidez de lo que podemos tolerar, en ocasiones una transformación psicológica rápida o nuestra resistencia a ella, puede producir una sensación física no placentera, cansancio, erupciones cutáneas, dolor de cabeza, etc., dichas reacciones son en general de corta duración y pueden indicar la conveniencia de reevaluar la combinación de esencias florales
 Uno de los sueños de Bach era que todo el mundo tuviera en su botiquín sus remedios florales, y a medida que los necesitara se los fuera tomando. En la práctica y aunque no sea un sistema muy complejo sí que es necesario tomarse las flores adecuadas para cada caso, nuestro propio malestar puede inducirnos a no tomar las más acertadas con lo que no nos proporcionarán el efecto deseado. Uno de los principales motivos de fracaso en esta terapia es la mala utilización de las esencias. Es recomendable acudir a un terapeuta, incluso si nuestro conocimiento en esta terapia es grande, ya que nuestro propio problema puede inducirnos a errar en la elección de las esencias.
 Los efectos de las esencias son sutiles y acumulativos, es raro que alguien experimente una catarsis o una transformación inmediata. Las esencias obran día a día, en forma gradual de dentro hacia afuera. Resulta crucial tener paciencia, respaldada por consistencia y regularidad, para que las esencias sean efectivas.
 No hay un tiempo fijo para experimentar cambios, dependerá en gran medida de nuestra sensibilidad, del tiempo que llevemos con el problema y del problema en sí mismo. Si en el periodo de un mes no se notara

Si no notáramos efecto alguno podría ser debido a diferentes factores: que el caso sea muy crónico y necesite más tiempo; que el paciente esté muy cerrado a solucionar su problema y bloquee el efecto del tratamiento o sencillamente que no esté tomando las Flores adecuadas a su caso.

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