Seguramente seremos muchos los que de pequeños
hicimos crecer una planta a partir de una lenteja envuelta en algodón húmedo.
Fue ese el momento en el que hicimos nuestro primer germinado.
 Los
germinados son uno de los pocos alimentos que consumimos cuando aún están
vivos. Al tener el potencial de crear una futura planta, están en pleno
desarrollo y aportan un gran número de nutrientes fácilmente asimilables, muy
superior al de las semillas secas. Están indicados en cualquier tipo de
alimentación y para todas las edades.
 Se consumen
crudos, ya que al ser más dirigibles no es necesario cocerlos y, además, así
asimilamos todas sus propiedades. Se pueden comer directamente o añadir a
ensaladas, bocadillos, sopas… ¡le darán un toque crujiente a cualquier plato!
¿Qué
aportan?
Cuando se habla de germinados no hay ‘peros’ sino
que todo son beneficios: 
.- Ricos en vitaminas y minerales, que aumentan
considerablemente respecto a las semillas gracias al proceso germinativo.
.- Gran cantidad de antioxidantes, como la vitamina
C. 
.- No contienen casi calorías. 
Ayudan en la
digestión:
 Las
proteínas que tienen las semillas, al germinar se transforman en sus
componentes básicos, los aminoácidos, haciendo que sean mucho más fáciles de
digerir. En el caso de las legumbres, que pueden causar problemas intestinales,
consumirlos a través de germinados, mejora su digestibilidad.
.- La transformación de los hidratos de carbono en
glucosa.
.- Las enzimas se multiplican en la germinación,
llegando a tener hasta 100 veces más que una planta o semilla.
.- Refuerzan los intestinos
.- Reducen la presión sanguínea.
.- Nutren piel y cabello.
.- Ayudan a la eliminación de toxinas, ya que
tienen una acción depurativa sobre el organismo.
.- Aportan energía.
.- Mejoran la anemia gracias a la clorofila, que es
rica en magnesio y con una estructura similar a la hemoglobina.
Además, cada germinado tiene sus propias
características nutritivas, como por ejemplo:
.-Prevención del cáncer en el caso de los
germinados de brócoli, gracias a su contenido en azufre. .- Reducción de los niveles
de colesterol y regulación del nivel de azúcar en sangre en el caso de los
germinados de lentejas. 
.- Estimulación el sistema inmunológico en el caso
del puerro.
.- Alivio de problemas en el sistema circulatorio,
ya que mejora la elasticidad de los vasos en el caso del centeno.
¿Qué
germinados podemos consumir?
 Es posible
germinar casi cualquier semilla comestible. Legumbres, cereales, verduras,
frutos secos… Si vamos a hacer nuestros propios germinados, es necesario
comprobar que la semilla que vamos a germinar es apta para el consumo humano,
ya que algunos, como el de tomate, pueden resultar tóxicos. Pronto te
contaremos también en otro blog, cómo hacer crecer los germinados en casa.
Los brotes se conservan en la nevera en un
recipiente bien cerrado durante una semana y es necesario airearlos al menos
una vez al día. Para prevenir problemas estomacales, es altamente recomendable
limpiarlos cada vez que vayamos a consumirlos.
Aunque hacer germinados es muy sencillo, se
necesitan unos 4-7 días para que crezcan, por eso, se pueden comprar brotes ya
germinados para un consumo más directo. 
Fuente: http://www.vegetalia.com/blog
 

 
No hay comentarios:
Publicar un comentario